Yo creo que a mí no me afecta el estado de ánimo a la hora de apreciar una novela. Creo. Pero, al menos, yo creo que nunca he despreciado o minusvalorado una novela porque cuando la leí estaba de bajón o malhumorad. Yo creo que a la hora de valorar una historia es me baso más que nada en la cantidad de descripciones (sí, suena un poco raro), si hay muchas, es pesado el libro, si hay pocas, es de mala calidad, y puesto a elegir, prefiero que hayan muchas a que hayan pocas descripciones. Es un poco tonto lo sé, pero hasta ahora este método me ayuda a saber distinguir una obra maestra de una que no lo es.
Lo que venía a decir, es que el estado en el que me encuentre no me influye mucho, pero es mejor leer una novela con tiempo suficiente para entender todos los matices que leérsela aprisa y corriendo. Y TODAVÍA, no me he leido "El Prisionero del Cielo", así que no te puedo decir gran cosa, solo vuelve a leer el libro cuando todas las tensiones hayan pasado y verás que te gusta más ^^
Isabella